Gato con cosquillas.

Se pasa 17 años en la cárcel por un fallo en una prueba de ADN

Toshikazu Sugaya, un ciudadano japonés, lleva los últimos 17 de sus 63 años de vida encerrado en una celda siendo inocente. El motivo, una prueba de ADN defectuosa, que lo incriminó en el asesinato de una niña.

La condena, revisada y anulada ahora por un nuevo tribunal, se basó en esta prueba pericial y en una supuesta autoinculpación que ha resultado ser una falsificación. Ahora, el juez que le ha puesto en libertad se ha visto en la obligación de pedir disculpas porque el anterior tribunal «no le escuchó».

El caso de Sugaya trasciende más allá de su situación particular, ya que en base a este hecho, las autoridades judiciales niponas podrían verse obligadas a revisar las condenas basadas en pruebas e interrogatorios como los que incriminaron y llevaron a la cárcel al japonés ahora liberado.

A Toshikazu Sugaya, conductor de autobuses, lo detuvieron a finales de 1991, acusado del asesinato de una pequeña de cuatro años que había sido hallada muerta en un río de su localidad, Ashikaga, en el la zona central de Japón.


Fuente: 20 Minutos

PERRO HERIDO VA SOLO AL HOSPITAL

Un inusual paciente apareció ante la vista de los médicos del Hospital Regional de San Juan en Nuevo México, Estados Unidos. Cuando se abrió la puerta automática de la sala de emergencia entró un perro que tenía una herida punzante en una pata y algunos raspones en el hocico.

Increíblemente el perro fue reconocido por sus verdaderos dueños cuando apareció en los medios. Scottie fue trasladado del hospital a un refugio para animales perdidos donde lo alojaron y le curaron las heridas (ninguna de vida o muerte). Randy Jukes explicó que su perro estuvo perdido varios días.

El dueño, que había puesto volantes por la calle para encontrar a su perro, no había recibido ninguna noticia. Sin embargo una mañana se sentó a desayunar, abrió el diario y lo vio en primera plana.


Fuente

Spider… que te ha pasado?