Los Reyes Magos

Evangelio de Mateo (Mt 2, 1-12)

Ni eran tres, ni eran magos, ni eran reyes, ni viajaban en dromedario.

Estas singularidades les fueron atribuidas en interpretaciones teológicas posteriores al evangelio.

Lo único que queda claro al leer el Evangelio es que eran varios, que visitaron a Herodes y que este les mando buscar al niño porque lo queria matar, que la estrella les guio para que lo encontraran y asi poder llevar ese niño a Herodes para poder acabar con su vida, (por lo tanto la estrella navideña que tanto se adora fue mandada por Satanas para hacer mas facil la tarea de acabar con el)  que ofrendaron al niño al ver la inminente verdad, que se les hablo mediante un sueño para que no  lo descubrieran y se volvieran por otro lado. Lo que no queda para nada claro es cuántos eran, qué edad tenían, de dónde venían, su raza o aspecto. La historia se fue construyendo poco a poco a través de los siglos, de acuerdo al libro ‘’Mitos y Ritos de la Navidad’’ de Pepe Rodríguez.

  • De quienes hoy conocemos como «Reyes Magos» sólo habló el texto de Mateo, pero es tan poco lo que se dice de ellos que las tradiciones posteriores tuvieron que inventarlo absolutamente todo.
  • Hasta el siglo IV los Magos fueron dos, cuatro, seis, doce o sesenta, según fuera la tradición.
  • Hacia el primer cuarto del siglo III Orígenes afirmó taxativamente que los magos habían sido sólo tres, una postura que acabó prevaleciendo desde el siglo siguiente.
  • Entrado ya el siglo III, Tertuliano, para evitar la mala fama que tenían los magos persas, transformó a los Magos en «reyes de Oriente».
  • En un mosaico bizantino de mediados del siglo VI, en San Apollinare Nuovo (Rávena, Italia), aparecen por primera vez sus nombres actuales, pero los tres magos aún iban ataviados a la usanza persa.
  • En el siglo XV, Petrus de Natalibus fijó que Melchor tenía sesenta años, Gaspar cuarenta y Baltasar veinte. Una descripción física que discrepaba mucho de todas las anteriores.
  • Baltasar fue blanco hasta el siglo XVI, época a partir de la cual se le representó como de raza negra por necesidades estratégicas de la Iglesia.
  • En Occidente no comenzó a celebrarse la adoración de los magos hasta el siglo V.
  • Los Reyes Magos no empezaron a traer juguetes a los niños hasta mediados del siglo XIX.
  • La actualmente imprescindible «carta a los Reyes» comenzó a popularizarse durante el primer cuarto del siglo XIX.